sábado, 9 de febrero de 2008

Indecencia adquirida

Hoy me sentí vacío, incompleto, no correspondido, cagado, frustrado, hundido, caído, sin camino, sin suelo, sin sueños, irreal, anormal, abatido, sin vida ni muerte. Arrastrado innecesariamente por senderos que mi mente crea ante lo opuesto de mi personalidad pienso dejar lo que siempre me gustó: las mañanas de verano, las noches frescas estrelladas, el latir de la música en mi pecho, el calor de mi familia en tiempos de paz, el amor, el amor, el amor. Aquel incesante gotear de sangre derramada de mi cuerpo espera despertarme del olvido eterno al que ahora siento abrazar. Y abrazo con esas fuerzas con las que se abraza el último momento de luz antes de la oscuridad; y abrazo al fin, al punto final, a la tormenta sin cesar, al ángel maldito, ése que dispuso el orden de mi desgracia como se mueven pequeñas y livianas fichas de ajedrez.
Presiento un final injusto, violento, que va a llenar de lágrimas este mundo, mi mundo, un mundo ya vacío de todo, sin nadie ni nada, sin luces. Este es el sentimiento que nunca pude compartir, que nunca pude expresar con palabras y estas palabras no significan nada aun así; es el sentimiento que siento tan firme en mí que ahora me desdobla en una noche rasgada por la vergüenza, pisada por el desencanto y manchada de inseguridad.

Ahora espero, sigo esperando a despertar, ¿despertaré? necesito aquella mirada que con los círculos de su sombra refleje en mí un constante y fuerte golpear a mi cuerpo, a mi mente, a mi alma.
Pero... ¿cómo?, ¿eres tú?, imposible de ser!... no es la realidad!... ayúdame Dios!!!...
Silencio, este es el momento, aquí es donde todo se transforma, aquí es donde todo vuelve a ser, aquí es donde estás tú, mi salvación, mi reacomodo, el intro hacia mi nuevo ser, mi amor, mi amor, mi amor. Pero, ¿cómo no pude ver antes?!!! cegado, cegado por mi terquedad, por mi tan ilimitada mente hacia el futuro, hacia mi felicidad sólo contigo. Ahora lo veo, la esperanza, me haces de nuevo, transformas mi todo, mi pasado, mi hoy, mi futuro, mi mundo paralelo, sí, ahí también estás tú, pero arrullada en mi pecho, regalándome tus manos y tu cuerpo, así te veo y te siento, cada día, lejos de ti y en esa distancia cada vez más corta se reúnen caricias, besos, pensamientos, miradas, roces, deseos y simplezas de todo tipo que voy reuniendo con el afán con el que un niño sigue sus sueños, todo para ti, mi gran e infinito amor.

Hoy siendo ya mañana me despierta tu pensamiento, sobre mi almohada que ya quiere contar secretos miro hacia el cielo y siento la paz, aquella que lograste mandarme. Y ya diviso mi futuro, un futuro alegre, radiante, sincero, realista, luminoso, de colores, lleno de amor, lleno de paz, cargado de felicidad, mimetista, perfecto, con paso firme, con más vida que nunca y, claro, junto a ti. Por eso las gracias, por eso mi tiempo, por eso mi mente y mi fuerza, por eso mi todo, porque tú lo hiciste. Gracias por darme lo que tengo aunque no lo sepas mujer de hoy, mujer de siempre, mujer de amor, mi amor, mi amor, mi deseo.
Louis Neto

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buenaaaaa, pablitooo, solo que dejame robar como tus ideas como ....